TETA
Cuando se camina
por las tranquilas calles de la ciudad o de algún pueblo, y cuando el calor se
manifiesta antes las necesidades de refrescarse, hay una opción muy tradicional
en este país a la que puedes acudir, es una forma diferente de comer un rico
helado casero, el común es el que se hace en vasito, pero otra forma muy típica
es la que se hace con una bolsita plástica amarrada de tal manera que quede
como un piquito, o en forma de una teta, como se conoce tradicionalmente, por el parecido a los senos
de una mujer.
De pequeños nos
premian al portarnos bien con este rico helado casero, y con sus variados
sabores, y hasta los más grandes pueden complacer sus gustos y permitirle a su paladar hacer memoria de los más
preciados recuerdos de su infancia. Los sabores pueden ir desde frutas típicas como
parchita, naranja, mango y tamarindo, hasta más preparados como colita, chocolate,
mantecado, galleta y mí preferido ron con pasas, para cualquiera hay un sabor
especial. La manera de prepararlos es muy fácil, puedes hacer el jugo de tu
preferencia, verterlo en la bolsita y amarrarla con una de las puntas, meterlo
al congelador y cuando ya este duro estará listo para comerlo.
La manera de
comerlo es aún más fácil y es la mejor parte, tan solo muerde la punta y abre
con cuidado la bolsa, y de allí en adelante solo a chupar, en el primer intento
lo más seguro, es que más de uno no rompa bien la bolsita o la rompa mucho y
termine todo lleno de helado cual niño que se lo come sentado en la acera de su
casa, bajo la mata de mango mientras juegas con sus amiguitos, luego del
primero seguro vas a querer otro hasta probar todos los sabores, de allí en
adelante con la práctica lograras la experiencia.
Estoy seguro que cerca
de tu casa hay un lugar donde un cartel en la puerta diga “Si hay Tetas”,
pregunta los sabores, escoge tu preferido y disfruta el que más te guste,
recuerda tu infancia y dale a tu día un poco de la azúcar de la que necesitas
para sonreír y continuar con esta típica tradición.
Me ha recordado a lo que hacia mi madre de pequeño, hasta que salieron los industriales, aquí en el sur de España los llamamos poloflas
ResponderEliminarQue bueno. definitivamente nos lleva a la infancia comerse un helado de este tipo...
EliminarBuen blog no te aburras...genial
ResponderEliminarGracias.. espero que eso no pase...
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