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miércoles, 2 de enero de 2013

TETA


TETA
       Cuando se camina por las tranquilas calles de la ciudad o de algún pueblo, y cuando el calor se manifiesta antes las necesidades de refrescarse, hay una opción muy tradicional en este país a la que puedes acudir, es una forma diferente de comer un rico helado casero, el común es el que se hace en vasito, pero otra forma muy típica es la que se hace con una bolsita plástica amarrada de tal manera que quede como un piquito, o en forma de una teta, como se conoce  tradicionalmente, por el parecido a los senos de una mujer.

      De pequeños nos premian al portarnos bien con este rico helado casero, y con sus variados sabores, y hasta los más grandes pueden complacer sus gustos y  permitirle a su paladar hacer memoria de los más preciados recuerdos de su infancia. Los sabores pueden ir desde frutas típicas como parchita, naranja, mango y tamarindo, hasta más preparados como colita, chocolate, mantecado, galleta y mí preferido ron con pasas, para cualquiera hay un sabor especial. La manera de prepararlos es muy fácil, puedes hacer el jugo de tu preferencia, verterlo en la bolsita y amarrarla con una de las puntas, meterlo al congelador y cuando ya este duro estará listo para comerlo.

    La manera de comerlo es aún más fácil y es la mejor parte, tan solo muerde la punta y abre con cuidado la bolsa, y de allí en adelante solo a chupar, en el primer intento lo más seguro, es que más de uno no rompa bien la bolsita o la rompa mucho y termine todo lleno de helado cual niño que se lo come sentado en la acera de su casa, bajo la mata de mango mientras juegas con sus amiguitos, luego del primero seguro vas a querer otro hasta probar todos los sabores, de allí en adelante con la práctica lograras la experiencia.

    Estoy seguro que cerca de tu casa hay un lugar donde un cartel en la puerta diga “Si hay Tetas”, pregunta los sabores, escoge tu preferido y disfruta el que más te guste, recuerda tu infancia y dale a tu día un poco de la azúcar de la que necesitas para sonreír y continuar con esta típica tradición. 

4 comentarios:

  1. Me ha recordado a lo que hacia mi madre de pequeño, hasta que salieron los industriales, aquí en el sur de España los llamamos poloflas

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    1. Que bueno. definitivamente nos lleva a la infancia comerse un helado de este tipo...

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