Comida en el Ávila
Si hay un lugar por excelencia en caracas para
pasar el día, ir a caminar, hacer algo de ejercicios o solo pasar un buen momento,
este es el Ávila, aquí se puede pasar un gran día, disfrutando del clima frio,
de las dos vistas maravillosas como lo es de una lado en todo su esplendor la ciudad
de caracas y por el otro la guaira y la grandeza del litoral, y también podemos
disfrutar de la variedad de comidas y dulces que se nos ofrece.
En lo particular me gusta ir a los paseo muy bien
preparado, hoy que tuve el gusto de subir al Ávila en el teleférico, lleve en
mi bolso unas arepas con queso y un pate que tenía por allí, una ensalada de
frutas con piña, melón, cambur y mandarina, un par de compotas, algunos dulces
y por supuesto un termo con agua (la hidratación es muy importante). Esto como
siempre pienso es una buena opción para ahorrar y disfrutar de un paseo con
todo lo que nos haga falta. Pero hoy ya estando en el Ávila comencé a pasar por
los puestos de comida rápida y allí comenzó la tentación.
Arriba se puede conseguir parrillas de carne,
pollo y chorizo, una gran variedad de salchichas y la especialidad, los panes
de pernil, también se pueden conseguir arepas con variados rellenos, bollitos
de chicharrón, cachapas, pastelitos y empanadas, todo esto por la parte de lo
salado, en cambio sí preferimos algo dulce entre las opciones tenemos, galletas
de mantequilla y de coco, roscas de anís y naranja, acarameladas o cubiertas de
chocolate, manzanas acarameladas, frutos
secos, frutas con chocolates y lo que no puede faltar, fresas con crema.
Mi tentación
apareció ya a la hora de comer, y con tantos olores y todo tan provocativo, no podía
comerme mis arepas y ya, ellas mismas necesitaban algo que las acompañara, así
que decidí entre todas las opciones probar la parrilla mixta, la que trae
carne, pollo y chorizo, indiscutiblemente excelente, buen sabor de la carne y
el pollo y buen cocida, de postre decidí dejar a una lado las frutas para después
y me comí unas roscas de naranja y anís cubiertas con chocolate, se las
recomiendo.
Si tienen la oportunidad de venir a caracas,
tienen que subir al Ávila mágica y no pueden bajar sin dejar de comer algo de
todo lo que venden aquí. Definitivamente uno de los mejores placeres de la vida
es el comer, y ocasiones como estas no se pueden dejar pasar, hay que disfrutar
la comida, probar sabores nuevos y nunca perder las oportunidades que como en
un paseo como este se nos presentan.
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